ASISTENCIA
DOMICILIARIA PARA MAYORES:
Aseo
personal: ducha, baño, peinado,
vestido, calzado...
Alimentación:
preparado de desayunos, comidas y cenas,
apoyo en la ingesta de alimentos,
reposición de productos...
Atención
sanitaria: cambios posturales,
movilizaciones, vigilancia de la salud,
prevención de escaras, control y
administración de medicamentos (siempre
bajo prescripción facultativa).
Atención
psico-social hacia el usuario:
Escucha
activa.
Compañía
y conversación.
Se
les anima a que realicen las tareas que
no les gustan o les cuesta hacer para
que mantengan ágiles el mayor número de
facultades posible.
Se
les apoya en sus decisiones de elegir la
ropa, comida o qué personas visitar o
llamar por teléfono.
Se
les orienta sobre hábitos saludables
como hacer ejercicio, un paseo,
participar en la vida de la ciudad de
una forma activa siempre que su
situación física y mental lo permitan,
acudiendo a charlas, cine actos
públicos, etc.
Ante
inquietudes religiosas, les acompañamos
a misa, se les facilitan folletos o
libros para los usuarios encamados. Se
les incita a que cuiden su aspecto
personal, visitando la peluquería o
recordándoles lo bien que se sentirán
maquillados o con unas ropas que le
favorezcan.
Atención
psico-social hacia el familiar
(cuidador habitual):
Orientarlos
hacia qué material sanitario es el más
adecuado según la situación del enfermo
(colchón antiescaras, sillas de ruedas,
etc.)
Escuchar
sus inquietudes, y preocupaciones,
comprendiendo su desazón y
desmoronamiento en casos de enfermedades
difíciles de sobrellevar.
Enseñar
a conservar la calma, evitar gritos y
gestos agresivos para dirigirse a un
enfermo como casos de Alzheimer.
Apoyo
afectivo ante la enfermedad del usuario,
que a veces desorienta y agobia al
familiar.
Ocio:
Paseos.
Participación
en actos públicos como fiestas de
barrio.
Facilitarles
periódicos, revistas o libros que les
entretengan.
Se
dedica un tiempo para juegos de mesa:
cartas, puzzles de fácil manejo...
Se
les anima a que cuenten chistes o
historias con las que disfruten.
Para
casos de Alzheimer se utilizan juegos
mentales con preguntas sobre cosas que
les resulten familiares ¿quién es la
persona que está a su lado (esposa)?.
¿Le gustan las manzanas?. ¿Su color
favorito o qué tiene en la mano (una
pelota)?.
Se
les entrega material para
entretenimiento como tiras de papel,
bolas grandes, muñecos.
A su vez, se busca el estimular su
creatividad con actividades lúdicas,
fomentar las relaciones sociales, como
acudir a centros para la tercera edad,
ir al cine o quedar con amigos. También
se fomenta la compañía y la
conversación, como la escucha activa,
así como el fomento y sostenimiento de
la comunicación con la familia, evitando
así el posible aislamiento con la misma.
Atención
religiosa: acompañarle a los oficios
religiosos, procurarle la administración
de los sacramentos (siempre que lo haya
solicitado el propio beneficiario o
familiar).
Mantenimiento
del hogar: lavar, planchar, repaso
de ropa del hogar y personal; la
limpieza del hogar como barrido,
fregado, mantenimiento del buen estado
de la vivienda, para evitar accidentes,
avisar al distribuidor del gasóleo, gas,
para la reposición de productos,
retirada de alfombras, estanterías o
adornos que puedan en algún momento
producir daños al usuario con su
tropiezo o caídas...
OTROS SERVICIOS
Gestiones:
acompañarles al pago de recibos, compra
de medicamentos y objetos de aseo
personal o del hogar.
Solicitar la administración de
Sacramentos en caso de enfermedad grave,
si es el deseo del usuario, o concertar
visita con el sacerdote de su parroquia
para que pase a charlar con él. Informar
al usuario de temas útiles, o teléfonos
de interés (cómo avisar a un servicio de
urgencias, qué número marcar en caso de
accidente o enfermedad...) etc.
Acompañamiento
a centros sanitarios las 24 horas, a
consultas y tratamientos médicos,
adquisición de medicinas, pañales...,
atención nocturna en domicilios. |